ABANS D’ARA

Una saludable inyección para Kennedy (1961)

Peces històriques triades per Josep Maria Casasús

ÁNGEL ZÚÑIGA 1961
31/05/2021

De la crònica d’Ángel Zúñiga (Atarrabia, Navarra, 1911 - el Prat de Llobregat, 1994) des de Nova York per a La Vanguardia (6-V-1961). El passat 5 de maig va fer seixanta anys del vol de l’astronauta nord-americà Alan Shepard (1923-1998). Vint dies abans ho havia fet el rus Iuri Gagarin (1934-1968). Un mes després Kennedy i Khrusxov es reunien per primer cop, a Viena.

Un gran triunfo para Norteamérica ha sido el primer vuelo espacial del astronauta Alan Shepard. Como eco de la primera y gozosa impresión del impacto causado en la población, sólo diré que hoy sólo se ven caras alegres, risueñas. Han pasado el mal humor, la preocupación, el desencanto de estas semanas. En la calle, en el taxi, en el ascensor, los ojos sonríen afirmando: “¿Lo ven? También nosotros podemos hacerlo”. Pero ¿es que alguien había dudado de la capacidad norteamericana? Sería absurdo. Tal vez necesite el espoleo de la competencia, la sacudida eléctrica de sentirse humillados, el deseo de afirmarse cuando la tormenta suena amenazadora. En una sociedad libre, como ésta, donde no se ha sacrificado a nadie para lograr el primerísimo puesto entre las naciones, el acicate mayor, la recompensa más digna, es saber que puede hacerse y debe hacerse todo, en el disfrute digno y humano de la personalidad individual. Que el comunismo no se haga demasiadas ilusiones. Aquí hay un pueblo dispuesto a defenderse hasta el último hombre. Cuando el presidente Kennedy ha declarado que todos los norteamericanos celebran el éxito del primer astronauta del país, Alan B. Shepard, pudo haber añadido que todos los países libres del mundo, todo Occidente, sienten la hazaña como suya. […]

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La hazaña de hoy alcanzará una indiscutible resonancia. Muestra que la maquinaria norteamericana espacial está en forma y puede intentar, cuando se lo proponga, que los vuelos sean más aptos y resonantes para el avance científico, sin descontar el impacto militar de los mismos. Es el primero de carácter espacial efectuado bajo el control del propio piloto. Y esto no lo han logrado los rusos todavía, aunque su vuelo fuese alrededor del planeta y de mayor duración. Los norteamericanos han demostrado que una de estas naves puede ser pilotada por el mismo astronauta. Y esto es un triunfo y bien considerable. Algo que hará meditar mucho a los rusos, que pueden hacerlo también, pero que no han sido esta vez los primeros. Los primeros han sido los norteamericanos. Para la administración Kennedy el hecho viene a ser como una inyección enorme de optimismo, en las horas difíciles de estos días. El proyecto fue puesto en marcha por la administración Eisenhower. Son dos años y medio de preparación que han dado un resultado positivo. […] El astronauta Shepard está en excelente condición física. Ha hablado con el presidente Kennedy después del vuelo, expresándose con la enorme sencillez de quien se siente depositario de la confianza de su país. “Norteamérica espera que cada hombre cumpla con su deber”, pudiéramos decir parafraseando la célebre frase de un almirante inglés. Alan Shepard ha cumplido el suyo con una sonrisa de satisfacción íntima, en la hora gozosa del triunfo norteamericano.