‘Cercles’, última aportación de Vinyoli
De Josep Faulí i Olivella (Barcelona, 1932-2006) a La Vanguardia (23-VIII-1979). Crítica a una obra del poeta Joan Vinyoli, el centenari del naixement del qual és demà.
Peces històriques triades per Josep Maria CasasúsLa obra poética de Joan Vinyoli (Barcelona, 1914) va de Primer desenllaç (1937), su primer libro publicado, a Cercles, su última aportación, incluida en el volumen Obra poética 1975-1979 (Crítica, 1979). Gracias a esta edición, el opus poético de este escritor queda recogido en sólo dos volúmenes, ya que éste es continuación hasta la actualidad de Poesia completa 1937-1975 (1975). En este conjunto de cuarenta y dos años de presencia poética, Cercles es la última muestra de una etapa extraordinariamente fecunda iniciada por Tot és ara i res (1970), libro que siguió al fundamental Realitats (1963), en el que, en lugar de rendir tributo a la moda como alguien creyó, Vinyoli hizo la decisiva incorporación del lenguaje cotidiano a su poesía: de la síntesis de la interiorización de siempre con esta bien administrada nueva forma de expresión, ha vivido la más fructífera etapa creadora del poeta, la que cuenta a Cercles como más reciente aportación. […] Por el contenido profundo de esta unidad poética de Vinyoli, Cercles es una de las creaciones más puras: el poeta y el hombre, inseparables en realidad, se enfrentan a su obra sin subterfugios, cuando ya no es posible ninguna suerte de subterfugio: “I per això, de nit, passejo, solitari, / pel vell casal en runes / d’un altre temps quimèric ”. Es un momento de serenidad y claridad, en el que las constataciones se producen sin aspavientos, de forma que la emoción, siempre contenida, no es obstáculo a nuevos entusiasmos; en realidad, el poeta ha pasado la vida entusiasmándose y no va a renunciar ahora a su forma de ser: “ Tinc silencis / profunds per aplicar a les nafres del malalt / que no pot suportar tanta insensata / remor ”. […] Más lúcido, más sincero, más penetrante es el Vinyoli de última hora. Su última aportación poética, proclive a los entusiasmos de siempre, no deja que éstos enturbien la visión profunda del poeta y del hombre sobre su obra poética y humana.