Peces Històriques Triades Per Josep Maria CasasúsDe la crítica musical d’Albert Mallofré (Vilanova i la Geltrú, 1926-Barcelona, 2017) per a La Vanguardia (6-V-1994) sobre una actuació a Barcelona d’Armando Anthony Chick Corea, compositor i pianista nord-americà que va morir el proppassat 11 de febrer als 79 anys. Pioner del teclat elèctric, Chick Corea era una llegenda del jazz fusió des dels anys 70.
Chick Corea presentaba en Barcelona su nuevo equipo de “recursos humanos” con el que ha formado su segunda versión de la Elektric Band, tras la reciente publicación de su primer disco de esta nueva serie, titulado Paint the world. Todo ello configuraba un cúmulo de particulares alicientes, sumado al brillo de la gran figura que es Chick Corea a título personal, como para que el interés popular se hubiera manifestado masivamente y, sin embargo, la nota sobresaliente de este concierto fue la escasa respuesta que obtuvo por parte del público. Tan pocas entradas se vendieron que la organización decidió trasladar el concierto a la pequeña sala 2 de Zeleste, obviamente para evitar la fría sensación de vacío. Lo que no fue óbice para que a cada espectador se le controlase escrupulosamente su entrada con sofisticados rayos ultravioleta especialmente concebidos para detectar falsificaciones, lo que parece un rapto de optimismo desbordado porque... ¿quién se afanará en falsificar entradas cuando el problema del concierto consiste justamente en una penosa falta de demanda? El interrogante permanece y uno no se explica que esta vez el público de Barcelona le hiciese el vacío a Chick Corea con su nueva Elektric Band. Al final del concierto, no obstante, muchos espectadores empezaban a perfilar una respuesta y no es otra que la constatación de que el estilo llamado fusión del que Chick Corea encabezó una importante vertiente desde 1972 con su Return to forever (culminando su Circle de 1970) está estéticamente saturado y ha perdido poder de convocatoria, lo que no es un descubrimiento pues el dato ya viene confirmado desde varias instancias. En concierto, el nuevo grupo de Chick Corea ofrece escasas diferencias con las anteriores experiencias de la primera Elektric Band. Es el mismo lenguaje y son los mismos recursos sonoros, a pesar de que, teóricamente, Corea pretende restar efectos electrónicos para restituir un discurso más acústico, lo que ya indica un deseo de desmarcarse de la fórmula fusión. No obstante, este movimiento se nota más en el disco Paint the world que en la prestación sobre el escenario. Tal vez, actuando para pocos espectadores que además estaban de pie, Chick Corea optó por los fulgores dinámicos con preferencia sobre las exquisiteces idílicas. […] Los aplausos no faltaron, los entusiasmos, aunque un tanto deprimidos, se manifestaron, pero después de esta experiencia parcialmente frustrada, esperamos recuperar nuestro Chick Corea con su inminente disco Expressions a piano acústico.
