A trabajar para ganar la libertad

Ocho consellers del gobierno de Cataluña, incluido yo, estamos hoy en la cárcel

Oriol Junqueras
5 min

Hace solo dos días, con el amigo y Conseller Romeva, hablábamos de la amenaza de prisión que pesaba sobre todos nosotros. Las palabras del fiscal general, Maza, "Más dura será la caída", no presagiaban nada bueno. De hecho, ya habíamos visto con los Jordis cÓmo un par de días antes de su encarcelamiento ya se filtraba en medios políticos y periodísticos que la orden sería de prisión, que ya estaba todo acordado. Nuevamente ha sido así, cinco minutos de declaración han bastado. Ocho consellers del gobierno de Cataluña, incluido yo mismo, estamos hoy en la cárcel, en aplicación del código de justicia que rige en España. Nos 'citaron' a través de los medios de comunicación, el martes por la noche; la citación no la recibimos hasta el miércoles, día festivo, en menos de 24 horas se nos citaba en la Audiencia Nacional de Madrid para defendernos de peticiones fiscales que podían sumar 30 años de prisión para cada uno de nosotros.

Decía el martes el Conseller Romeva que si el precio de la libertad era la cárcel pagaríamos este precio. Le oí decir vehemente, con un verbo sereno y claro, con una dignidad que me impresionó, mientras compartía con algunos de nosotros, también en presencia de los consellers y amigos Carles Mundó, Jordi Turull y Josep Rull, que estos días ya se había ido despidiendo de la familia, de los hijos, de su mujer, de los amigos. Lo mismo que habíamos hechos todos nosotros, procurando pasar los últimos días cerca de los nuestros, de los que más queremos, de mis dos hijos que son tan pequeños que todavía no pueden entender qué está pasando.

Desde hace días somos muy conscientes del nivel de agresividad del gobierno del PP, legitimado por el PSOE. Permitidme que, con toda la serenidad, me pregunte si habría sido posible la aplicación del 155 sin la absoluta complicidad del PSOE y, tristemente también, del PSC. Sin el PSC, entregado en cuerpo y alma al PP, ninguno de nosotros estaría hoy en la cárcel, ninguno. Tampoco los Jordis. Su legitimación para perpetrar este escenario de represión ha sido imprescindible. Entre la voz del pueblo, entre los que solo queremos votar y decidir y el autoritarismo de un partido como el PP, la dirección del PSC ha elegido represión, suspensión de las libertades, liquidación de las instituciones y cárcel para todos nosotros.

Y no lo digo con acritud, lo cuento porque siento pena, verdadera lástima, por un partido que ha acabado atrapado en manifestaciones junto al PP y la extrema derecha, junto al partido más corrupto de Europa, ferozmente junto al partido de tradición democrática más rancia que haya podido existir, del partido que recogía firmas "contra Cataluña" con Rajoy al frente, del partido que ha convertido el aparato judicial en un órgano servil, que ha naturalizado la corrupción a todos los niveles y que conspira desde el propio ministerio del Interior para fabricar calumnias, arruinar personas o destrozar la sanidad pública. Y todo, todo, con absoluta impunidad.

Pero no es a estos a quien quiero dedicar más palabras. No merece la pena. Dice el versículo de la Biblia "Señor, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Pues eso, olvidemos todo el dolor que nos quieren infringir y no nos dejemos arrastrar por ningún otro sentimiento que no sea el amor a la libertad. Necesitamos dedicar todas nuestras energías a defender la democracia, a organizar una defensa de los derechos civiles y políticos, a trabajar para ganar la libertad, a seguir trabajando para que se respeten los derechos civiles y políticos de todos y cada uno de los ciudadanos de Cataluña, hayan nacido donde hayan nacido, hablen la lengua que hablen, se sientan catalanes, españoles, árabes o argentinos, o quizás todo a la vez. Esta lucha no va de banderas, va de democracia, va de permitir que la voz de la ciudadanía se respete. Y lo tenemos que seguir haciendo, con determinación, con coraje pero también con absoluto respeto por las ideas de todos y cívicamente, repudiando toda expresión de violencia, empezando por la única que estamos viendo en las calles, la de la extrema derecha que actúa con toda impunidad.

También quiero pedir a los partidos y a las entidades que hagan todos su trabajo, cada uno en su sitio, con una sólida unidad de acción. Y por favor, lo pido por la concordia y la armonía de todos, basta de debates y polémicas sobre cómo se presentará cada partido a las elecciones. Basta, este debate solo nos hace daño y nos hace perder de vista todo el trabajo que hay que seguir haciendo. Este episodio ya lo vivimos y fue nefasto. Cada uno que elija la mejor fórmula para concurrir a las elecciones, que ningún demócrata se quede en casa el 21D, que ninguna persona que ama la libertad deje de ir a votar, que cada partido se esfuerce por hacer el mejor resultado posible y que la unidad de acción y una estrategia compartida sea lo que nos una, con respecto a todas las sensibilidades.

También me permito, como presidente de ERC, hacer llegar un mensaje a toda la gente de Esquerra Republicana de Cataluña y a toda aquella gente que hemos ido incorporando en los últimos años. Os quiero a todos unidos, como siempre, haciendo piña junto a la secretaria general, a Marta Rovira, una gran mujer que goza de toda nuestra estima y confianza, ella es el futuro. Sé que seguiréis sumando y sumando, construyendo una gran fuerza política que ponemos al servicio de la libertad y la justicia, quiero que sigamos siendo un ejemplo de honestidad, de rigor, de buenas personas. De hecho, en eso estoy muy tranquilo, porque estoy rodeado de gente que es mucho mejor que yo, de gente con una gran capacidad y un compromiso inequívoco. De los queridos Joan Tardà y Gabriel Rufián, en representación de todos los diputados y senadores, ¡no aflojéis, amigos!, es un placer y un honor compartir este camino con vosotros; de Chaquir, Alba Vergés o Roger Torrent y de todo el grupo parlamentario, sois muy buena gente; de todos los alcaldes y concejales que se dejan la piel cada día, de todos y cada uno de los militantes que trabajáis con pasión en cada uno de vuestros municipios. Recuerdad bien lo que os digo, ¡somos los que nunca nos cansamos, somos los que nunca nos rendimos!

Y, finalmente, un mensaje a todo el pueblo de Cataluña, nunca desfallezcáis. Nos jugamos tanto que nos lo jugamos todo. Seamos dignos de toda la gente que nos ha precedido, pensad en vuestros hijos, pensad en que estamos ante una operación de castigo contra las libertades, contra Cataluña, que nos quieren de rodillas, sumisos, que nos quieren convertir en una provincia, que atizan el odio contra la escuela catalana para crear un problema donde no lo había, que día sí y día también atentan contra todas nuestras decisiones y voluntad, que fomentan la fuga de empresas con todo el descaro, que alimentan la economía especulativa y desprecian la economía productiva, que ni siquiera se comprometen a respetar las elecciones que ellos mismos han convocado.

Y, ante todo esto, serenidad, determinación, movilización, compromiso y votos y urnas; demos un ejemplo votando masivamente, como hicimos el 1 de octubre, a pesar de los golpes de porra y la brutalidad policial contra los ciudadanos que querían votar. Pues ahora, volvamos a votar, porque para nosotros las urnas son sagradas y la mejor respuesta que podemos dar es una victoria de la democracia el 21 de diciembre. Trabejamos sin descanso, sigamos, perseveremos, con la cabeza alta y el alma alegre.

Un abrazo fraternal a todos los catalanes, somos un gran pueblo y tenemos que estar orgullosos de ello.

¡Ganaremos! No lo dudéis, por difícil que sea el camino, porque la causa que representamos es la de la libertad y la fraternidad entre todos los pueblos.

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