MEMÒRIA HISTÒRICA

Encuentran 61 fosas bajo un campo de almendros en Móra d'Ebre, en una masía que fue un hospital de guerra

La libreta de un médico podría permitir identificar a un individuo

Laura Serra
2 min
El Mas de Santa Magdalena a Móra d'Ebre

BarcelonaA simple vista, nada hacía pensar que bajo aquel campo de almendros abandonados, donde a menudo pacían ovejas, se escondían 61 fosas comunes excavadas el verano de 1938. Es solo uno de los bancales del Mas de Santa Magdalena, situado en el extremo de la Serra de Cavalls y a unos 10 kilómetros de Móra d'Ebre. Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili de 2015, que tenía por objetivo ampliar el mapa de fosas, señaló que en aquel punto, hoy una masía en ruinas, había habido un hospital de guerra del ejército republicano. En diciembre se empezó a trabajar en una extensión de la medida de un tercio de un campo de fútbol. Los arqueólogos de momento han localizado a 13 individuos de una única fosa, la más grande. Quedan 60 fosas por abrir.

El camp on es treballa a les fosses del Mas de Santa Magdalena

Se desconoce cuántos cuerpos podrían salir. En los hospitales de guerra del Soleràs y Miravet salieron 146 y 111, respectivamente. El Mas de Santa Magdalena debía de funcionar desde poco después del inicio de la Batalla del Ebro, el 25 de julio del 1938, y hasta que se perdió la Serra de Cavalls, el 4 de noviembre, solo doce días antes de dar por perdida la batalla en la que lucharon unos 250.000 soldados y murieron entre 16.000 y 32.000 personas, según las fuentes.

El mas estaba bien situado: "Estaba cerca del frente y estaba muy conectado con Móra d'Ebre para facilitar la evacuación, pero a la vez no estaba a pie de carretera y no entorpecía el resto de transportes de guerra", explica el director de la excavación, el arqueólogo Sergi González Planas, de la empresa Iltirta Arqueologia. Era un lugar de cribado de los heridos que se podían enviar a la retaguardia, y de atención a los más graves. Los que no salían acababan en los terrenos adyacentes.

Un cos de les fosses del Mas de Santa Magdalena

Uno de los que trabajaron aquel verano fue el médico de Nueva Zelanda Douglas Jolly, que después se acabaría convirtiendo en un profesional de referencia de la medicina de guerra. También trabajó ahí el doctor Miquel Gras Artero, que anotó en una libreta el nombre de una treintena de los soldados que se le murieron (un familiar entregó la libreta a la entidad No Jubilem la Memòria, de Falset). Esta es la única pista para intentar poner nombre y apellidos a los muertos. Uno de los nombres que aparecen en la lista es el del soldado Josep Aubeso, a quien la hija y el nieto están buscando a través del censo de desaparecidos de la Generalitat. Como todos los restos óseos serán exhumados y se analizarán en la UAB, se les extraerá el perfil de ADN, que se podría cruzar con el de los familiares para comprobar si, finalmente, han encontrado a su padre.

Sin contar Santa Magdalena, el Plan de Fosas ha permitido la apertura de 33 fosas y la recuperación de los restos mortales de 339 personas. Solo ocho de estas personas han sido identificadas genéticamente.

stats