Hospitales belgas piden a sanitarios contagiados de covid-19 que sigan trabajando

Ya es el país de la UE más golpeado por la segunda oleada del coronavirus

Júlia Manresa Nogueras
3 min
Doctors de Charleroi protesten despullats per demanar més protecció laboral.

BruselasBélgica ya es el país de la UE más golpeado por el coronavirus, con más de 1.390 casos por cada 100.000 habitantes. Casi la mitad de las camas de cuidados intensivos ya están ocupadas y, viendo el ritmo de hospitalizaciones, en solo dos semanas las 2.000 unidades de cuidados intensivos del país centroeuropeo podrían estar llenas. Con este pesimismo se expresaba el portavoz del centro de crisis belga, Yves Van Laethem, que alargaba así la sombra de un segundo confinamiento absoluto en el país: "Se tendrá que decidir este fin de semana si se tiene que pasar a otro confinamiento total", dijo en declaraciones a la cadena RTBF. Cada día ingresan unas 500 personas en los hospitales y el personal sanitario está, otra vez, al límite. Hasta el punto de que, en Lieja, una de las provincias más afectadas de Europa, han pedido a los médicos que han dado positivo de coronavirus pero que no tienen síntomas que sigan trabajando, según ha explicado a la BBC el portavoz del sindicato médico del país.

Según las informaciones de la cadena británica, diez hospitales de la zona han pedido al personal que ha dado positivo de coronavirus pero que no tiene síntomas que sigan trabajando y el responsable de la Asociación de Sindicatos de Médicos de Bélgica asegura que "no tienen elección" si quieren evitar que el sistema sanitario de la provincia no colapse los próximos días. A parte, según la asociación que representa a las enfermeras que trabajan en el sector de los cuidados intensivos, Siz Nursing, siete de cada diez profesionales están a punto del colapso por la presión asistencial. Según las cifras del centro de riesgo de Bélgica, Sciensano, actualmente hay 5.260 personas hospitalizadas, 809 en la UCI. En Charleroi, los médicos han protestado desnudos para denunciar la desprotección que sienten en las condiciones de trabajo en la segunda oleada.

Bélgica, país de Europa con más incidencia del virus

Las cifras en el conjunto del país son alarmantes. Según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), la incidencia del virus en Bélgica ha superado a la de la República Checa, que tiene 1.379 casos por cada 100.000 habitantes. España está actualmente en 446 casos por 100.000 habitantes.

La región de Valonia está siendo especialmente golpeada, con Lieja en el epicentro. Según los datos de Sciensano, Lieja duplica las cifras nacionales, con una incidencia de 2.275 casos por cada 100.000 habitantes. El distrito de Herve supera los 4.000 casos. De aquí que algunos medios como France 24 la hayan calificado de la ciudad más "contagiada" de Europa. Entrevistado por el canal francófono RTBF, el doctor Philippe Devos, de la unidad de cuidados intensivos del Hospital CHU de Lieja, explica que un 2,5% de la población ha dado positivo de coronavirus, cosa que implica que alrededor de un 5% está potencialmente infectada porque los laboratorios del país están tan saturados que han dejado de hacer tests a los asintomáticos. "Para dar una idea de la magnitud, en los Estados Unidos la media de población con la enfermedad activa es del 0,2%", dice Devos.

En Bruselas la situación también es especialmente dramática, con cifras similares a las de Valonia y con un ritmo de 100 hospitalizaciones diarias. Ante esta situación, el nuevo gobierno federal (que tomó las riendas del país a principios de octubre) ya ha tenido que decretar el primer toque de queda nacional desde la Segunda Guerra Mundial y en Bruselas y Valonia se ha dictado el toque de queda de las 22 horas hasta las 6 horas. Pero "si no se mejora el fin de semana, tendremos que prepararlo todo para un confinamiento", decía Van Laethem el lunes.

"Pulsar el botón de pausa de la actividad social", pedía el virólogo Steven van Gucht, del centro de crisis belga. Y en las calles de la capital se nota. A las 16 horas de un día cualquiera entre semana el barrio europeo de Bruselas acostumbra a ser un constante trasiego de gente. La mayoría de oficinas se concentran en los alrededores de los varios edificios de las instituciones europeas y, por lo tanto, también todos los bares, restaurantes y peluquerías que funcionarios, lobistas, políticos y periodistas frecuentan siempre atareados. Pero esta semana pasear a esta hora por el barrio europeo es hacerlo en solitario, entre edificios grises y puertas cerradas bajo las banderas ondeantes de la Unión Europea.

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