Bruselas promete más vacunas en abril , después de la escasez en el inicio de año

La Comisión firma un nuevo contrato con la francesa Valneva rodeada de críticas por la poca transparencia

Júlia Manresa Nogueras
3 min
La presidenta de la Comissió Europea, Ursula Von der Leyen.

BruselasLa gestión de las autoridades públicas durante la pandemia de coronavirus, tanto en la prevención como en la campaña de vacunación, está en el punto de mira y la Unión Europea no es una excepción. Bruselas ha cerrado un amplio catálogo de contratos con varias farmacéuticas para garantizar que todos los socios europeos tengan acceso a la vacuna contra el coronavirus. Este martes, la negociadora de la Comisión Europea, Sandra Gallina, responsable de cerrar estos acuerdos, se ha defendido ante los europarlamentarios de la comisión de Salud de la Eurocámara, pero ha admitido que en el arranque de la campaña de vacunación no ha habido tantas dosis como "querrían" y ha prometido que a partir de abril podrán llegar "muchas más".

La negociadora de la Comisión ha hecho esta promesa el mismo día que el ejecutivo comunitario ha concluido conversaciones exploratorias con la farmacéutica francesa Valneva para asegurarse hasta 60 millones de dosis de una vacuna que destaca, según la Comisión, por usar tecnología "tradicional", es decir, la misma que usan la mayoría de vacunas contra la gripe o las que se ponen durante la infancia. Son las vacunas de "virus muertos" o inactivades, las que inoculan el virus desactivado para generar una respuesta inmunitaria (es decir, para activar las defensas) y, según la Comisión, la de Valneva es la única candidata para ser aprobada en Europa que usa esta tecnología.

Y también el mismo día en que el Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha fijado el 29 de enero como la fecha en que decidirá si aprueba la vacuna de Oxford/AstraZeneca después de haber recibido la petición de autorización de la universidad británica y la farmacéutica. Está previsto que la Comisión haga como en los casos anteriores y dé luz verde a la distribución comercial pocas horas después de la autorización de la EMA. Bruselas tiene aseguradas 300 millones de dosis de esta vacuna, que se añadirían a los 600 millones de la de Pfizer y los 160 de la de Moderna.

Todas estas dosis ya son más que suficientes para cubrir los casi 448 millones de ciudadanos que hay en la Unión Europea, ya que habría bastante para distribuir las dos dosis necesarias por persona. Aun así, continúa siendo necesario priorizar a los grupos más vulnerables y expuestos, como por ejemplo las personas mayores que viven en residencias y los sanitarios, porque las vacunas no llegarán todas de golpe, puesto que la capacidad de producción de las empresas farmacéuticas es limitada. De aquí las críticas a la Comisión Europea, que no prevé que el grueso de las vacunas pueda llegar antes de abril.

Ante esta lentitud, este martes la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, ha mandado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exigiendo celeridad. Otros líderes, como la alemana Angela Merkel, han metido la directa y, según han publicado varios medios germánicos, han acordado paralelamente 30 millones de dosis extras de la vacuna de Pfizer, rompiendo el acuerdo firmado por los 27 países de la UE en el que se comprometen a no firmar contratos paralelos. Gallina ha asegurado este martes que se trata "de un rumor" y que ella no ha visto este contrato, pero también ha recalcado que las farmacéuticas le han asegurado que las primeras en llegar son las vacunas para el conjunto de la UE.

Otro de los ataques que ha tenido que encajar como ha podido Gallina ha sido las acusaciones de falta de transparencia por parte de la Comisión Europea y las farmacéuticas en sus acuerdos. Hasta ahora, Bruselas ha defendido la necesidad de confidencialidad de las negociaciones, pero este martes se ha permitido que los parlamentarios de la comisión de Salud de la Eurocámara puedan consultar el contrato con CureVac (la farmacéutica alemana), la única que ha accedido hasta ahora a hacerlo público. Pero hay varios obstáculos. Durante el debate, algunos parlamentarios se han quejado de que las condiciones para consultar el texto son incluso más estrictas que las que se aplicaron durante la negociación del TTIP. Critican que el contrato solo estará disponible para parlamentarios durante cuatro horas y que no se podrán hacer fotos ni tomar notas. Ante las quejas, Gallina se ha mostrado "sorprendida": ha defendido que querrían mantener la sala abierta pero que, como la cuestión despierta "mucho interés", hay que aplicar limitaciones de acuerdo con las normas de confidencialidad firmadas entre la Comisión y la Eurocámara el 2010.

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