RAONS

Paradojas reales

Josep Ramoneda
2 min

Sobre el discurso navideño de Felipe VI, algunos habían generado ciertas expectativas, especialmente con respecto a la situación del rey emérito y del ruido de sables en el entorno militar. Como era perfectamente previsible, el rey, blando y reiterativo, se ha parapetado tras todos los tópicos más sonados sobre la pandemia y la respuesta ciudadana. Lo que tenía que ser el tema estrella ha dado solo para este párrafo: “Ya en 2014, en mi proclamación ante las Cortes Generales, me referí a los principios morales y éticos que los ciudadanos reclaman de nuestras conductas. Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones, y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares”. En catalán lo llamamos agafar-se-la amb paper de fumar.

En seis años de mandato, Felipe VI ya ha demostrado que solo hay un tema que le haga pulsar el acelerador verbal: la independencia. El 3 de octubre del 2017 no tuvo ningún inconveniente en elevar el tono y ofender a muchos catalanes. Al parecer, la corrupción en la cumbre del Estado y las amenazas de los nostálgicos del Alzamiento no merecen la indignación del rey. Lo más significativo de todo es que la presidencia del gobierno español haya estado en contacto permanente con la Zarzuela para compartir el discurso y haya aceptado resignado que todo quede en un párrafo que no aclara nada sobre las intenciones del rey respecto a su padre. En su defensa a ultranza de la monarquía, Pedro Sánchez se pone a remolque de la Zarzuela. Es el temor reverencial que hasta ahora ha impregnado a todos los presidentes.

Jaume Asens anuncia que en los próximos meses Unidas Podemos presentará una ley de la Corona al Parlamento. No hay duda que es una vía que puede abrir el debate y romper el tabú de la monarquía que los principales partidos cultivan. Pero sería una curiosa paradoja que fuera esta iniciativa republicana la que, en caso de salir adelante, ayudara a normalizar la Corona. Si Pedro Sánchez realmente quiere consolidarla, lo que tendría que hacer es esto: reformas legales que dieran transparencia a la institución, en lugar de esconderse tras la meliflua retórica real. ¿Hasta qué punto la monarquía las podría aguantar? Es lo que Unidas Podemos quiere explorar.

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