El asunto clandestino y la biblia de la City

El impulso del soberanismo se toma muy en serio en el mundo

Esther Vera
1 min

A pesar de la amenaza de las siete plagas de Egipto, la campaña por el referéndum del 1-O ha empezado. Se trata del supuesto asunto interno más internacionalizado de los últimos tiempos y del acto político prohibido más viralizado y con más resistencia a la clandestinidad de la historia reciente de Cataluña. Cuando un ministro vuelve a hablar de "butifarrada" es señal de que el Estado empieza a ver que las urnas saldrán a la calle. Ya pasó el 9-N. Esta vez el Estado confiaba en la rotura de acción de Junts pel Sí y la CUP y no acaba de entender el grado de conjura para superar esta fase. Solo hay que cambiar el Marca por la prensa internacional para ver que el impulso del soberanismo se toma muy en serio en el mundo. David Gardner es uno de los mejores corresponsales del Financial Times. Visita Barcelona, donde vivió, y conoce bien España después de ser corresponsal del diario británico en el Madrid de la Transición. El miércoles aseguraba que "la inflexibilidad de Rajoy alimenta el separatismo, que se ha vuelto central", y señalaba la responsabilidad del presidente español de no haber querido negociar confundiendo la Constitución con las tablas de la ley. Se ha abierto una nueva fase de amenazas a miles de personas y actuaciones judiciales que limitan la libertad de expresión. El independentismo -como la lengua catalana- puede resultar molesto, pero la libertad de pensamiento, de expresión y de reunión son pilares básicos de un estado de derecho. Las amenazas y el desprecio, sustituyendo siempre al diálogo, solo alimentan la determinación.

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