LA OBSERVADORA

Píldoras de domingo

La amenaza y la sensación de riesgo serán claves en los próximos meses. La percepción de riesgo no sólo podría debilitar el sí, sino que podría movilizar el no en un referéndum

Esther Vera
3 min
Píndoles de diumenge

LA ESTRATEGIA DE LA TENSIÓN marcará los próximos meses. El Estado está dispuesto a utilizar sus instrumentos, que son muchos, contra la convocatoria del referéndum. Su nuevo paso adelante señala a los trabajadores de la administración como objetivo y amenaza con el delito de malversación de fondos públicos que había evitado hasta ahora. Es curioso que la autoinculpación, comunicada oficialmente por carta desde el primer momento ante el TSJC, del entonces consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, no tuviera consecuencias y la fiscalía prefiriera mirar hacia otro lado cuando eligió los objetivos del 9-N. ¿Habría sido demasiado difícil de explicar por el mundo?

Ahora, en cambio, la estrategia es otra y el grado de amenaza va subiendo. Los secretarios judiciales visitan las instituciones catalanas con asiduidad llevando a firmar las permanentes notificaciones de la justicia, y Rajoy pide al Tribunal Constitucional que continúe haciéndole el trabajo que le ahorra asumir sus responsabilidades políticas y negociar. La presión de la CUP, que puso como condición para votar los presupuestos una partida específica dedicada al referéndum, y la aceptación de JxSí de sus condiciones hacen el resto. El nuevo recurso del Gobierno señala a 19 personas. Además del presidente y el gobierno en pleno, se apunta a cinco altos cargos: el secretario de Gobierno, el secretario general de Vicepresidencia, la interventora general, la directora de Contratación Pública y la directora general de Presupuestos.

CUATRO MINISTROS Y CUATRO MENSAJES. El crecimiento económico es sólido, se recuperan los niveles de recaudación precrisis, Cataluña no será singularizada financieramente ni políticamente y, si es necesario, se amenazará a toda la administración para detener el proceso. Prietas las filas.

La amenaza y la sensación de riesgo serán claves en los próximos meses. La percepción de riesgo no sólo podría debilitar el sí, sino que podría movilizar el no en un referéndum.

Apuntar al segundo grado de la administración tiene el objetivo claro de resquebrajar la mayoría independentista y tendrá sus efectos. La inquietud sobre las inhabilitaciones crece en el segundo escalafón y, de hecho, también en el primero. Más de un responsable pregunta en privado como "poner el cascabel al gato", pone en duda unos plazos que considera "precipitados" y actúa por lealtad y sentido del deber, más que por acuerdo con la hoja de ruta. Preguntémonos honestamente si aquellos que no asumen costes directos con el proceso tienen legitimidad para pedir sacrificios o heroicidades cuando sea necesario.

CREDIBILIDAD. En los próximos meses se necesitarán más que nunca políticos con cabeza fría, credibilidad y capacidad de actuar coordinadamente en la respuesta al gobierno español. Pero la credibilidad política no vive un buen momento. El CEO dice que el principal problema de Cataluña, según los encuestados, es la insatisfacción con la política, que pasa del 33,7% al 43,7%, por delante del paro y la precariedad laboral. El 79% está poco satisfecho o nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia. Los escándalos por presunta financiación irregular y corrupción no parecen ajenos a la desconfianza, y casos como el de Millet o el 3% deterioran la confianza. El diario de hoy incluye una interesante entrevista con Joan Llinares, la persona que se encargó de auditar el Palau de la Música, que deja dos interrogantes interesantes. Por un lado, la dificultad de establecer el destino de 9 millones de euros y la falta de colaboración de los bancos. Por otro, la curiosa generosidad de la FAES (la fundación presidida por Aznar y entonces directamente vinculada al PP) con el Palau y las relaciones de Millet con su cúpula.

LOS LIBROS QUE NOS HACEN MAYORES. En la última mudanza tampoco he conseguido desprenderme de algunos libros que me abrieron mundos. Están amarillos y el cartón de las esquinas está arrugado. Algunos han ido muriendo por el camino, pero otros están ya en la biblioteca de mi hija. Basta con decir "Estos aún no es necesario que los leas..."

EL GUARDIÁN DE LAS HORAS. Leo con interés el documento denominado Bases para el impulso del pacto nacional para la reforma horaria. Espero encontrar alguna idea revolucionaria para adaptar nuestro horario al mundo civilizado. Encuentro el sentido común que somos incapaces de aplicar. Los horarios escolares optimizados chocan con los de las familias o, más concretamente, con los de la mayoría de madres. ¿De qué sirve que los niños salgan antes si no los podemos recoger? ¿Cuántos de ustedes han comenzado esta semana una reunión a las siete y media? ¿Cuántos actos públicos se arriesgan a convocar a media tarde? ¿Qué audiencia tendría el Telediario a las 8? ¿Qué sentido tienen las comidas de trabajo sentados a la mesa dos horas? Me sumo a la revolución, pero tendremos que darle la vuelta todo: no sé ni por dónde empezar a racionalizar horarios.

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