Esther Vera

Apostolado en Madrid

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SUSANA SUBIRANA

Habla en tono profesoral, como si tuviera fichas mentales sobre los temas más diversos que van apareciendo cuando emergen las palabras clave en la conversación. Fichas que abarcan las disciplinas humanísticas más variadas. A clase iba sin papeles y al Parlamento también. Prefiere hablar con erudición de historia de la ciencia, de religión y de macroeconomía, y sobrevuela cuando se habla de cifras concretas, partidas del presupuesto y calendarios.

Oriol Junqueras parece que no se altere. Es vicepresidente de un gobierno que se encuentra ante la empresa titánica de hacer Cataluña independiente en unos cuantos meses, es consejero de un departamento que tiene que aprobar unos presupuestos sin mayoría garantizada que todavía necesitan establecer medidas de ingresos o reducciones de gasto para cuadrar, y de una tesorería que depende de la dosificada liquidez del FLA. Pero Junqueras se siente fuerte. Sabe que es líder de un partido que vive un momento disciplinado y aspira a convertir a Esquerra en una formación que atrape todo el abanico del voto soberanista, desde el centro hasta la extrema izquierda. Lo dice claramente: "Nosotros somos la lista transversal". Quien quiera que nos vote, viene a decir a sus socios en el gobierno catalán.

En un contexto extraordinario y con una cuenta atrás compartida, las fuerzas soberanistas volverán a ir en listas separadas cuando se convoquen las elecciones en Madrid aunque gobiernen en coalición en la Generalitat. Una ocasión perdida y un mal síntoma para el proceso, que teóricamente se representa conjuntamente.

Oriol Junqueras hablaba con el ARA de camino a la Moncloa. Ha sido alcalde de Sant Vicenç dels Horts, su pueblo, una ciudad con la renta más baja de la comarca y un nivel de paro cuatro puntos por encima de la media. Sabe que Cataluña es diversa y construida por aluvión. Su biografía de alcalde en el Baix Llobregat no está lejos de su defensa del bilingüismo en un estado independiente.

Fue a Madrid con expectativas limitadas: "Sabemos lo que podemos esperar, dada la experiencia que tenemos". Y el escepticismo se confirmaba al día siguiente cuando el consejo de ministros recorría ante el TC la ley antidesahucios. El viaje había servido para explicarse en Madrid, con un discurso que todavía sorprende a algunos periodistas de la capital, y también para hablar a los catalanes. Pero ¿qué resultado político tuvo? Un recurso más de una ley del Parlamento catalán en el TC, un objetivo de déficit ampliado al 0,7% (que el Airef defensa que debería ser del 1% y Economía del 1,2%) y un recorte de Montoro a disposición presupuestaria, en mandato de la llamada regla de gasto. Cataluña no puede gastar menos, porque los servicios básicos se resienten, pero Junqueras no podrá gastar mucho más si quiere cumplir el déficit y respetar la regla de gasto que impone Montoro para reducir deuda y acondicionar la liquidez.

Oriol Junqueras, con las competencias de vicepresidente y titular de Economía, tiene una responsabilidad decisiva en la preparación de las estructuras de estado y de la gestión de la intendencia. Economía empieza a notar el fuerte crecimiento catalán y los tributos y los ingresos se recuperan. Las liquidaciones negativas llegan, y es que debido a la estimación sesgada que hace el gobierno central de la recaudación anual, en 2014 y en 2015 la Generalitat dejó de recibir cada año 1.000 millones, con los que en la práctica ha financiado al gobierno español. A pesar de la mejora de la situación, la institución mantiene las dificultades de un sistema de financiación absurdamente arbitrario en el cálculo de los fondos -con dicha liquidación de los anticipos a dos años-, oscuro en su funcionamiento y que convierte a Cataluña, sostenidamente en el tiempo, en uno de los principales pagadores y uno de los últimos receptores de recursos. La falta de sistema de financiación se compensa con un mecanismo de liquidez arbitrario como es el fondo de liquidez autonómico (FLA). El nuevo sistema de financiación se discutirá sin liderazgo, pero con participación de la Generalitat, según el consejero. Los primeros papeles próximos al ministerio indican que se propondría un sistema similar al actual en el que Cataluña obtendría 375 millones, escalonados en cinco años. Valencia 390 y Madrid -la más beneficiada- 673. Ninguna sorpresa.

El líder de ERC mantiene que los calendarios de la desconexión se cumplirán y desmiente a aquellos de dentro y fuera de su partido que, en privado, consideran que la preindependència será un proceso largo, mucho más largo que quince meses.

Junqueras es partidario de incluir a En Comú Podem en el proceso constituyente. Habla con cuidado para no molestar a la CUP y hace equilibrios con la posibilidad de subir impuestos y el pago de la deuda, diciendo que es inevitable, pero que se negocia. En cuanto al día después, considera que la independencia se negociará multilateralmente. El volumen de deuda obligará al gobierno español a dialogar e implicará instituciones públicas y privadas, interesadas en un reparto que garantice los pagos. En Madrid, el discurso independentista todavía provoca sorpresa. En Cataluña, son tiempos difíciles con todos los actores haciendo equilibrios.

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