30/09/2016

A la abstención por derribo

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Felipe González. Font: EFE

El pasado 5 de agosto, escribí en un análisis titulado 'Asesinato en una investidura' lo siguiente: "En el PSOE los que te dicen 'no es no' a la investidura de Rajoy, a continuación concluyen: 'Habrá que abstenerse'. Y Rajoy, el zorro, lo sabe. Lo sabe porque todos lo sabemos a partir de las disensiones de los barones y porque, además, mantiene contacto directo con personalidades del PSOE. Cultiva su relación institucional con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero. Y con medios de comunicación".

Felipe González ha revelado que el 29 de junio pasado, tres días después de las elecciones, Pedro Sánchez le dijo que, a la vista de los resultados, el partido se abstendría en segunda votación. Esta revelación fue la señal para aflorar, el miércoles, el enfrentamiento faccional total en el partido.

Pero, ¿qué hizo con la información González? Fuentes consultadas aseguran que el expresidente de Gobierno habló con dos personas sobre las intenciones de Sánchez: Mariano Rajoy y el rey Felipe VI.

La referencia que hacíamos aquí a primeros de agosto sobre los contactos "institucionales" que mantiene Rajoy con los expresidentes González y Zapatero tuvo una gran relevancia.

A través de González, el presidente del PP habría obtenido una información valiosa para orientarse en el tema de la investidura: aceptar el encargo del Rey a diferencia de rechazar la propuesta, según hizo tras el 20-D. Pero Rajoy no las tenía todas consigo. Y su aceptación fue condicionada. Se presentaría solo en caso de reunir los apoyos. Por otra parte, el Rey, tras el fiasco de la investidura fallida de Sánchez, tenía ahora ciertas garantías.

Fuentes consultadas indican que Rajoy creía, de todos modos, que los datos transmitidos por González le permitían al menos, como dijo, "explorar" las posibilidades. Se concentró en Ciudadanos y prácticamente no hizo esfuerzos para conseguir el respaldo de Sánchez. Porque González le había dado por hecho que Sánchez se abstendría.

En Madrid corre la versión de que el ex presidente González piensa hacer público los hechos comentados. Sería un nuevo bombardeo sobre la sede de Ferraz donde Pedro Sánchez sigue al frente del partido.

Después del primer golpe – declaraciones de Felipe González sobre la promesa incumplida de abstención de Pedro Sánchez y 17 dimisiones sobre 35 miembros de la Comisión Ejecutiva Federal- ha seguido la conspiración dentro de la misma maquinaria del poder. La presidenta de la mesa del Comité Federal, Verónica Pérez, pidió a la presidenta de la Comisión de Garantías, Isabel Celáa, que convocara una reunión para emitir un dictamen sobre la crisis y el estatuto.

Celáa se negó a convocarla. Porque la presidenta de la mesa del Comité Federal no tiene facultad para pedirlo. Y porque no aprecia conflicto entre órganos del partido. Se trata de que 17 miembros de la Ejecutiva Federal han dimitido; es un problema internode un órgano, no entre órganos. Pero Verónica Pérez decidió convocarla con otro objetivo: crear un conflicto, dar madera a los medios de comunicación. Y ayer, en la puerta de Ferraz declaró: "La única autoridad que existe en el PSOE soy yo".

Máximo Díaz-Cano, secretario de la Presidencia de la Junta de Andalucía, ha sido el coordinador de la infraestructura de la conspiración contra Sánchez. Pérez, amiga personal, y sucesora de Susana Díaz como secretaria del PSOE de Sevilla, y Antonio Pradas, dimisionario, son piezas importantes.

La conspiración contaba con 16 dimisionarios seguros y 3 indecisos. De estos indecisos, un miembro de la Ejecutiva Federal se plegó a último minuto para sumar 17.

Ayer no acudieron a la reunión de la ejecutiva 2 miembros que no dimitieron:Carmen Montón y Eva Díaz Tezanos. La primera, consejera de Sanidad de la Generalitat Valenciana, alegó problemas de agenda mientras la segunda, porque tenía reunión del Gobierno cántabro, del cual es vicepresidenta. Fuentes consultadas dicen que la conspiración intentó persuadir a Montón hasta último momento para que también renunciara a la Ejecutiva Federal, sin éxito. Tanto una como otra intentan ahora mantener un perfil bajo, habida cuenta de los cargos que detentan en sus respectivas comunidades.

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