El PP consuma el control con Espejel como presidenta de la Sala Penal de la Audiencia Nacional
Maniobra de última hora para debilitar a la candidata progresista Manuela Fernández de Prado
MadridEl Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha nombrado hoy a la magistrada Concepción Espejel para sustituir en la presidencia de la poderosa sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a Fernando Grande-Marlaska, quien deja el puesto para pasar a ser vocal de la Comisión Permanente del CGPJ. El sector ha logrado imponer con 11 votos a favor a Espejel, presidenta de la sección segunda de lo Penal, como presidenta de todas las salas de lo Penal de la Audiencia Nacional.
La principal contrincante de Espejel era la progresista Manuela Fernández de Prado, presidenta de facto de la sección primera de lo Penal, y la que más antigüedad presenta en la Audiencia Nacional poniendo sentencias. Espejel entró mucho después en la Audiencia, aunque es más antigua que Fernández de Prado en la carrera judicial.
El empeño en nombrar a Espejel, magistrada recusada por el Pleno de la la Sala de lo Penal en los casos de Gürtel y Papeles de Bárcenas o contabilidad B del Partido Popular, con un número de votos, 11, que marque bastante distancia con la candidata de los vocales progresistas, Fernández de Prado, llevó al presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, a intentar una operación de astucia de última hora.
Algunos compañeros de viaje del sector progresista recibieron una sugerencia de por qué no votaban a una “candidata de consenso”: la magistrada instructora de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, que se ha hecho cargo provisionalmente del juzgado que deja el juez Eloy Velasco.
La idea era dividir el voto del campo llamado genéricamente progresistas para mostrar que Espejel era la que más votos cosecharía respecto de Fernández de Prado. Se trataba de lograr que Lamela contara con el apoyo de tres vocales del sector progresista.
Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas señalan que la maniobra no ha obtenido resultado positivo. El PP ha impuesto a Espejel por 11 votos, contra 8 de Fernández de Prado, 1 de Lamela y 1 de Fermín Echarri.
El nombramiento de Espejel consuma lo que en círculos judiciales y jurídicos se llama la tercera fase de la operación de control de las instituciones fundamentales en la lucha contra la corrupción: la primera fue la de los nombramientos de José Manuel Maza y Manuel Moix, fiscal general del Estado y fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, respectivamente; la segunda consistió en quitar al juez Eloy Velasco del juzgado central de instrucción número 6 (Operaciones Púnica, Lezo y Acuamed, entre otras) y usarle como caballo de troya en la Sala de Apelaciones para colocar allí, por la misma razón aparentemente técnica de la “especialidad”, a Enrique López.
