Si la cúpula de los Mossos obstruyó a la Policía el 1-O ¿por qué Zoido nombró a Ferrán López?

Hoy declaran ante la juez Lamela Trapero como imputado y López como testigo

Ernesto Ekaizer
3 min
Juan Ignacio Zoido i Ferran López, quan el ministre el va nomenar màxim responsable dels Mossos

MadridEn la investigación “bifronte” sobre la rebelión del referéndum del 1-O, hoy prestan declaración el mayor Josep Lluís Trapero, en calidad de imputado, y su exsubordinado, y actual jefe de los Mossos, Ferrán López, como testigo, ante la magistrada de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, mientras que el próximo lunes día López volverá, junto con otros miembros de la actual cúpula de los Mossos, que proceden, por cierto, del equipo anterior, a prestar declaración, como testigos, ante el magistrado Pablo Llarena en el Tribunal Supremo.

Según el auto dictado por la magistrada Lamela el pasado lunes, día 19 de febrero, se han averiguado a través de nuevas diligencias desde octubre pasado nuevas responsabilidad en la gestión del 1-O. Y Trapero está en el centro de la escena.

La cúpula de los Mossos, que el ministerio del Interior ha confirmado tras la aplicación del artículo 155 - a excepción de Trapero y del director general de los Mossos, Pere Soler- “diseñó -según el auto de Lamela- un plan premeditado para evitar actuar [para impedir la votación el 1-O] que procedía de la la cúpula policial de Mossos d´Esquadra, cúpula comandada por el mayor Josep Lluís Trapero y en conexión directa con los miembros del comité estratégico [del referéndum]”.

Lamela, pues, parece ser consciente de que Trapero solo no pudo diseñar un plan cuyo objetivo, según las “nuevas investigaciones”, era orientar a los Mossos hacia una actuación dirigida “el 1-O a obstruir cualquier actuación que bloquease el plan estratégico hacia la independencia”.

Sin embargo, la magistrada señala especialmente a Trapero. Antes del 1-O hubo “total inactividad” bajo el pretexto de unos “principios de actuación policial de proporcionalidad, congruencia y oportunidad”. Pero después, lo que se hizo por la cúpula fue montar una operación para obstruir la actuación policial orientada a impedir el referéndum.

Todo, pues, según la versión de la Guardia Civil, la Fiscalía de la Audiencia Nacional y la magistrada Lamela, ha sido una simulación premeditada de la cúpula de los Mossos. El testigo de cargo es…el coronel Diego Pérez de los Cobos, el responsable de la coordinación durante el 1-O. Ayer jueves, día 22 de febrero, durante una entrevista con la periodista Pepa Bueno en la Cadena SER, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido señaló que Trapero le había engañado el 1-O.

Antes de marchar, a micrófono cerrado, le pregunté a Zoido si al nombrar a Ferrán López jefe de los Mossos había tenido información sobre su actuación el 1-O. Esta fue la respuesta: "En efecto, el nombramiento se produjo precisamente porque conté con información muy fidedigna en el sentido de que el señor López no había participado en el dispositivo que organizó Trapero. Cuando López vino a verme a mi despacho para agradecerme su nombramiento, le dije que solo le pedía tres cosas: actuar dentro de la legalidad, cumplir el Estatuto de Autonomía de Cataluña y acatar la Constitución Española".

Pero el señor López era el número dos de Trapero. López se reunió la mañana del 1-O con el coronel Pérez de los Cobos en la delegación del Gobierno y tras esa reunión el coronel canceló los tres encuentros previstos para esa jornada porque, según dijo, los Mossos no harían nada. Zoido insistió: "El señor López no tuvo participación alguna en el diseño montado por Trapero…"

Cómo, pues, una sola persona, Trapero, pudo haber montado una operación “en conexión” con el presunto estado mayor del referéndum –el llamado comité estratégico- y, además, cómo los demás comisarios de la Jefatura de los Mossos estuvieron al margen de ese plan, pero, al mismo tiempo, actuaron como un mecanismo de relojería para su ejecución, es un misterio que quizá se termine desvelando con las comparecencias de hoy viernes en la Audiencia Nacional y el próximo lunes en el Tribunal Supremo.

¿Por qué la instrucción del delito de rebelión es “bifronte” exclusivamente para Trapero y los hechos del 1-O? ¿Por qué esta división cuando el magistrado Llarena investiga la mayor parte de la causa del referéndum y los Mossos por su representación potencial de amenaza de violencia –los 17.000 hombres armados que se cita sistemáticamente en los autos judiciales- deberían ser una parte sensible? La respuesta: por la conveniencia personal del magistrado Llarena – su calendario de instrucción- y no por razones jurídicas.

El hecho es que esta manera de seccionar la causa ha llevado al coronel Pérez de los Cobos a declarar ante Llarena y más tarde ante Lamela. Y que Ferrán López declarará este viernes ante Lamela y el lunes ante Llarena. Eso sí: Llarena no quiere a Trapero ni en pintura.

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