La quiebra técnica de Bankia, explicada por el inspector clave del Banco de España

José Antonio Casaus describe una situación de quiebra técnica del grupo de 7 cajas desde el inicio

Ernesto Ekaizer
3 min
Imatge d’arxiu de la seu de Bankia a Madrid.

MadridSe necesita más que un detector de mentiras la presencia de Risto Mejide en la sala de juicio de San Fernando de Henares para que grite "Todo es mentira". Ayer el inspector cabecera de Caja Madrid primero y las siete cajas después, José Antonio Casaus, levantó el velo de una de las grandes falsedades de la crisis de Bankia: ¿de dónde salió la propuesta de los 19.000 millones de ayudas públicas solicitadas para tapar los agujeros que se sumaron a las ya existentes de 4.465 millones?

Sabíamos que Gorigolzarri pidió una cantidad de entre 15.000 y 20.000 millones personalmente al ministro Luis de Guindos en aquellas horas previas asumir la presidencia de BFA-Bankia. Esa cifra la elaboró el amigo de Pepe Sevilla antes de que Goiri asumiera la presidencia.

Pero ¿cómo llega Goiri, como le llaman todos, a esa cantidad? Sobre la base de los saneamientos que ya habian detectado los inspectores de Banco de España según un informe de 21 de diciembre de 2012 con datos a 30 de septiembre de 2012. Allí se hablaba de saneamientos de arrastre de 9.877 millones de euros. Correspondían a ejercicios anteriores a 2010.

Casaus explicó ayer por vez primera que le llaman para participar el viernes 18 de mayo en el Banco de España a una reunión a la que acude Pepe Sevilla, nombrado dos dias antes director de presidencia de Bankia, y en la que participan el jefe de grupo de BFA-Bankia, José Antonio Gracia; el director del departamento de Cajas Pedro González y el director general de Supervisión, Jerónimo Martínez Tello.

Y allí se desarrolla "una situacion kafkiana o más bien surrealista" dice Casaus. "De la noche a la mañana nos aceptan todos los ajustes que llevábamos años planteando. Y más. Hasta 19.000 millones [aparte de los 4.465 millones de participaciones preferentes] Fue una reunión increible. Era una estrategia. Preferían pasarse a quedarse cortos", explicó. Según señaló, "el Banco de España se hubiera quedado conforme con una capitalización de 7.000/8.000 millones". Precisamente: era lo que Rodrigo Rato había propuesto antes de caer, el 4 de mayo.

Para Casaus los 19.000 millones eran una novedad, pero no para Martínez Tello, a quien Goiri recibio el 10 de mayo de 2012 en su nuevo despacho, un dia después de tomar posesión. Y se lo lanzó a la cara. Es decir: la reformulación de cuentas por hechos realizada el 25 de mayo de 2012 por sobrevenidos (reestimación) resultó ser un pretexto para disfrazar los saneamientos que debieron haberse realizado antes de la salida a Bolsa de Bankia. Mejide bramaría: "Todo es mentira"

Casaus narró como le metieron lápiz en alguno de los informes. Su jefe Pedro Comín, ante su resistencia a matizar un informe antes de la salida a Bolsa y en otro del 2 de agosto de 2011 le envió un párrafo completo para dulcificar la situación donde se sostenía que Bankia tenía provisiones suficientes para cubrir posibles pérdidas los dos años siguientes. El inspector explicó varias veces que tuvo "falta de coraje" al incluir el párrafo "porque iba en contra de todo lo que habíamos dicho".

Según Casaus, el grupo de siete cajas tenía necesidades de saneamientos a 31 de diciembre de 2010 de 16.000 millones de euros. Como su patrimonio neto al nacer, en junio de 2010, era de 17.000 millones, no hace falta hacer la carrera de económicas para concluir que el grupo estaba en quiebra técnica nada más nacer.

Una concesión de Casaus a sus jefes fue la diferenciación entre BFA la podrida y Bankia la presuntamente buena. ¿Por qué? La distinción entre BFA y Bankia es prácticamente imposible porque el principal activo de BFA era Bankia y el agujero quedó aflorado con la salida a Bolsa, tanto en BFA como en Bankia. Y ello teniendo en cuenta que la mayor parte de los activos malos estaban en BFA.

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