El análisis de Antoni Bassas: 'Encima de nuestros votos'

En circunstancias normales, los indicios de la encuesta harían pensar que el próximo gobierno puede no ser totalmente independentista. Pero ya hace tiempo que no estamos en circunstancias normales

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Después de haber estado recibiendo mensajes y hablando con lo que llamamos “la calle” sobre la grieta que abrieron ayer en el Govern Junts per Catalunya y Esquerra Republicana, por la filtración de un documento sobre una cuestión tan sensible como las restricciones en un momento tan complicado para tanta gente, emocionalmente y económicamente, y después de lo que pasó con la web de las ayudas para los autónomos la semana pasada, ayer noté que mucha gente estaba desolada. Que no entendían que los integrantes de su gobierno (doblemente suyo, porque es el de Catalunya y porque lo conforman partidos a los que han votado) eran incapaces de comportarse en un momento en el que a nosotros los ciudadanos se nos pide cabeza fría.

Uno podría pensar que con la perspectiva de una elecciones dentro de menos de tres meses, este desánimo se podría traducir en abstención o en voto a otros partidos.

Precisamente ayer el CIS publicó los resultados de una encuesta en Catalunya de cara al 14 de febrero. La encuesta no incluye intención de voto y, por lo tanto, no dice quién ganaría, pero sitúa a Esquerra como el partido mejor valorado y con más capacidad para gobernar el país, seguido, por este orden y a distancia, de socialistas, y, a distancia, casi pegados, comunes, Ciudadanos y Junts per Catalunya.

En circunstancias normales, los indicios de la encuesta harían pensar que el próximo gobierno puede no ser totalmente independentista. Pero ya hace tiempo que no estamos en circunstancias normales y el tiempo que falta hasta el 14 de febrero es una eternidad en el mundo digital del siglo XXI y el de la pandemia. Por ejemplo, está por ver si el gobierno español decidirá sobre los indultos de los presos políticos antes de la fecha de las elecciones, que parece que sí podría tomar la decisión porque el Tribunal Supremo emitirá el informe necesario sobre los indultos en diciembre. No será fácil jurídicamente porque ustedes ya se pueden imaginar qué piensan los fiscales. Ni será fácil políticamente, porque al gobierno de Sánchez le lloverán críticas de todas partes y ya veremos si será capaz de aguantar o ve que electoralmente no lo podría soportar.

Todo el mundo sabe que las razones por las cuales este país llegó hasta el 1 de octubre y el 3 de octubre de 2017 continúan aquí. Y si Catalunya ha pasado a ser un sujeto político e informativo en el mundo es porque cada vez que se han abierto las urnas, el independentismo ha jugado el partido. Las razones continúan existiendo. Ahora lo que no sabemos es qué expresión electoral tendrán estas razones. Mucha gente pensará, seguro, que estas razones están encima de nuestros votos.

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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