El análisis de Antoni Bassas: 'El asalto al Capitolio y las comparaciones'

Cuidado, Pablo Casado, con las comparaciones. ¿Te acuerdas de cuando decías que Pedro Sánchez era un “presidente ilegítimo”?

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No sé si Donald Trump se ha asustado, pero lo parece. Deben de recordar que el día de Reyes animó a los manifestantes a ir al Capitolio a dar a los congresistas republicanos la fuerza que les faltaba. Y los manifestantes le hicieron tanto caso que, ayudados por la inacción de la policía del Capitolio, protagonizaron un asalto al Congreso que se saldó con cuatro muertos.

La tarde del día de Reyes, Trump, asustado por lo que estaban haciendo los manifestantes que él había enviado al edificio del Congreso, dijo aquello de “Sois muy especiales, os quiero, sé cómo os sentís, os han tratado muy mal”.

Ayer le dimitieron ministros, y las voces reclamando que lo incapaciten como presidente o lo juzguen por sedición son tan poderosas que esta madrugada ha salido en Twitter (donde ya ha recuperado la cuenta que le quitaron por haber hecho mal uso de ella, igual como el escolar a quien el maestro le quita el móvil) y ha tenido la poca vergüenza de decirles a los que participaron en estos actos violentos: “No representáis a este país”.

Donald Trump: "Los manifestantes que se colaron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia. A todos aquellos que se implicaron en los actos de violencia y destrucción: no representáis a nuestro país. Y a aquellos que se saltaron la ley: pagaréis por haberlo hecho".

A continuación ha asegurado que habría una transición perfecta y ordenada el día 20 de enero, dentro de doce días, el día de la toma de posesión de Joe Biden. Es decir, esta madrugada, después de dos meses y cuatro muertos, Trump ha reconocido su derrota sin decirlo.

Juzguen ustedes mismos: Trump es un hombre acorralado, que sabe que cuando deje la presidencia perderá protección judicial y que hasta esta madrugada estaba intentando, a cualquier precio, forzar los acontecimientos para poder invocar una causa de fuerza mayor y alargar su estancia en el poder tanto como fuera posible. Ahora, en cambio, se enfrenta a movimientos para incapacitarlo o procesarlo, que seguramente es lo que correspondería. Él incitó el asalto. De hecho, toda su presidencia ha sido una incitación.

Como siempre que pasa algo en el mundo, en cada país lo miramos y lo comparamos con nosotros.

Ayer, la triple derecha nacionalista española -PP, Vox y Ciudadanos- equiparó el asalto al Capitolio con el Procés y el 15-M.

En relación con el Procés, las diferencias son muchas. Para empezar, aquí no ha habido muertos, y en octubre de 2017 la única violencia la pusieron los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, no la gente. Y si hablamos del 20-S ante Economía, la manifestación fue pacífica. Y estamos hablando de manifestaciones de signo muy diferente: en Catalunya, ni Carles Puigdemont, ni Jordi Sànchez, ni Jordi Turull fueron investidos presidentes a pesar de haber ganado las elecciones. En el Capitolio, los manifestantes querían impedir que fuera proclamado ganador quien había ganado legalmente las elecciones. Y lo hicieron violentamente. Por eso lo que pasó en Washington podría considerarse sedición y lo que vivimos en Catalunya no lo fue. Aquí es el Estado quien no ha aceptado el resultado plenamente legal de las elecciones.

Igual que no se puede decir que los manifestantes americanos estuvieran haciendo un golpe de estado (cuántas instituciones del estado estaban con los manifestantes) ni se puede decir que fueran terroristas domésticos, como se les ha dicho, porque el terrorismo es otra cosa muy distinta.

En todo caso, los manifestantes eran personas que viven en sus propias redes sociales, tragándose todas las teorías de la conspiración posibles, sobre todo las que propaga el propio presidente de los Estados Unidos abusando de la prima de verosimilitud que viene con el cargo.

Cuidado, Pablo Casado, con las comparaciones, porque puedes salir salpicado. ¿Te acuerdas de cuando decías que Pedro Sánchez era un “presidente ilegítimo”? ¿No es esto gasolina que puede encender un fuego?

Lo que está pasando en los Estados Unidos es que el populismo ha tocado uno de sus límites. Aprendamos la lección.

Nuestro reconocimiento para los que trabajan en primera línea, un recuerdo para los que sufren, para los presos políticos, para los exiliados, y que tengamos un buen día.

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