SEDES EMPRESARIALES FINANZAS PÚBLICAS

Cisma familiar en Cementos Molins por el traslado de la sede a Madrid

Los Molins Amat, rama del presidente, consideran un fraude de ley tenerla fuera de Cataluña

àlex Font Manté
5 min
Cisma familiar a Ciments Molins pel trasllat de la seu a Madrid

BarcelonaSacudida en Cementos Molins, una de las empresas familiares históricas de Cataluña. El motivo: el traslado de la sede social de la compañía de Sant Vicenç dels Horts a Madrid en los días posteriores al 1 de octubre. Los Molins Amat, una de las ramas familiares que controlan la empresa y a la que pertenece el presidente de la compañía (Joan Molins), están en contra de tener la sede en Madrid y han pedido que en el orden del día de la próxima junta de accionistas —que se celebrará en la capital española el 27 de junio— se incluya un punto donde explícitamente se plantee el retorno de la compañía a Cataluña.

En un principio la junta de accionistas no tenía que tratar este asunto, pero la sociedad Noumea (que agrupa los Molins Amat) reclamó que se hiciera de esta forma. Finalmente, ayer el consejo de administración aceptó que el posible retorno de la sede se plantee en la junta de accionistas. La gran mayoría de las acciones (un 90%) están en manos de las diferentes ramas familiares de los Molins. El 10% restante cotiza en bolsa y está en manos de pequeños inversores.

Noumea controla un 17% del capital de la compañía, pero lo más sorprendente es que el presidente de la empresa cementera, Joan Molins Amat, se opone al retorno de la sede. Eso quiere decir que el presidente está en minoría dentro de su misma rama familiar, ya que más del 53% de Noumea ha pedido el retorno de la compañía a la que era su sede social histórica.

El argumento que utilizan los defensores del retorno de la sede es que actualmente se está incumpliendo la ley de sociedades de capital. Esta ley establece en el artículo 9 que la sede social de las empresas debe establecerse “en el lugar donde se encuentre el centro de su efectiva administración y dirección, o allí donde se encuentre su principal establecimiento o explotación”. Es muy cuestionable que el principal establecimiento de Cementos Molins sea en Madrid, si se tiene en cuenta que la sede está en un local donde simplemente trabajan una veintena de comerciales, según las fuentes consultadas. En cambio, en Sant Vicenç dels Horts está la fábrica histórica de la compañía. También es cuestionable que la “efectiva administración y dirección” de Cementos Molins se encuentre en Madrid. Este jueves, la compañía celebró una reunión del consejo de administración en su oficina madrileña, de la cual muchos consejeros se fueron directamente hacia el AVE para volver a Barcelona.

Las fuentes consultadas también cuentan que la oficina de Madrid es tan pequeña que cuando reciben la visita de los auditores (que también viajan desde Barcelona) tienen que quedarse de pie porque, simplemente, no caben de otra forma. De hecho, la oficina es la sede de Precon, una filial de Molins dedicada a los prefabricados, y allí trabajan un grupo de comerciales que venden los productos de Precon en la capital española.

Cisma familiar a Ciments Molins pel trasllat de la seu a Madrid

Por todo ello, los familiares que desean el retorno del domicilio de la compañía a Sant a Vicenç dels Horts argumentan que se está cometiendo un fraude de ley y que, por lo tanto, hay que modificar la sede para cumplir la legislación. “Pedimos una cosa puramente empresarial, lo que es político es tener la sede en un lugar donde casi no tenemos nada”, cuentan las fuentes familiares consultadas por el ARA.

Este jueves, el consejo de Cementos Molins aceptó admitir el posible retorno del domicilio social a Sant Vicenç, pero al mismo tiempo el secretario del consejo presentó un informe que defiende la validez legal de tener la sede social en Madrid y en el que se afirma que este cambio de domicilio “ha contribuido a salvaguardar” tanto “el objeto social” como “la organización interna” de la compañía. Además, el informe concluye que el traslado permitió que la compañía siguiera disfrutando de los convenios que España tiene con diferentes países para que las empresas no tributen dos veces por los beneficios que generan.

¿Retorno después de la sentencia?

Después de recordar los motivos que provocaron el cambio de sede social, el documento concluye que hoy día “no se dan las circunstancias precisas para que la Sociedad [Cementos Molins] pueda plantearse un eventual traslado de su domicilio”. Según las fuentes consultadas, el presidente, Joan Molins, sostiene que antes de plantear el cambio de sede hay que esperar a la sentencia que el Tribunal Supremo dictará en los próximos meses en el juicio al procés. Los familiares que cuestionan esta perspectiva aseguran que esto implica gobernar la empresa con criterios políticos, algo que ellos consideran que es incorrecto.

El documento presentado ayer se votó en el consejo. 13 miembros dieron apoyo a sus conclusiones y tan solo uno votó en contra, según explicó al ARA un portavoz de la compañía.

De todos modos, Noumea mantiene la oposición a tener la sede en un lugar donde no tiene ni el principal establecimiento de la compañía ni su dirección. Es por eso que si la junta no acepta el retorno de la sede, no descartan iniciar acciones legales para forzarlo.

LAS CLAVES

1. ¿Cuál es el problema que ha aflorado en Cementos Molins?

El 20 de octubre de 2017, pocos días después del 1-O, la compañía decidió trasladar la sede social de Sant Vicenç dels Horts a Madrid, donde tiene la oficina de una filial denominada Precon. Pero una rama familiar, la de los Molins Amat, cree mayoritariamente que esto es un fraude de ley, ya que la legislación establece que el domicilio de la empresa debe estar allí donde la compañía tiene la dirección o su establecimiento principal. Ambas cosas son cuestionables en el caso de Cementos Molins, y por eso han pedido que la cuestión se vote en la junta de accionistas del 27 de junio. Se da la circunstancia de que el presidente de la compañía, Joan Molins, está en contra del retorno de la sede a Cataluña, pero él pertenece a la rama familiar que lo está reclamando.

2. ¿Qué pasa si la junta rechaza el retorno de la sede?

Noumea, la sociedad que agrupa a los Molins Amat y que controla un 17% de Cementos Molins, no descarta iniciar acciones legales, ya que considera que se está incumpliendo la ley.

3. ¿Hay muchas empresas familiares que trasladaran la sede social después del 1-O?

No fue lo más habitual. Tal como publicó el ARA en su día, 20 de las 100 principales empresas catalanas trasladaron la sede. Entre estas, lo más habitual fueron empresas del Ibex 35 o vinculadas a sectores como las finanzas. Entre estas 100 empresas, la mayoría de las que son de capital familiar optaron por mantener el domicilio allí donde lo tenían.

4. ¿Cómo argumentó Cementos Molins la decisión de marcharse?

La mayoría del consejo consideró que trasladar la sede era necesario para asegurarse de que la cementera podía seguir disfrutando de los convenios bilaterales que España mantiene con diferentes países y que le permiten no tributar dos veces por los beneficios que genera, un privilegio que creen que se habría perdido si Cataluña hubiera pasado a ser independiente en octubre de 2017. Además, ayer el consejo de la compañía consideró que estos argumentos siguen siendo válidos y que no se dan las condiciones para devolver la sede donde estaba hasta hace un año y medio.

stats