Despertar a la bestia

¿Por qué España no tiene partidos de ultraderecha como otros países europeos?

Esther Vera
1 min
Pablo Casado, durant una roda de premsa a la seu del PP.

Todos los países tienen una bestia que amenaza con despertarse y arrasar lo que han construido. Las bestias suelen parecerse entre ellas y un día salen en Charlottesville encapuchadas, en Marsella repeinadas o en Valencia y Barcelona brazo en alto. La bestia no tolera la diferencia y la rabia interna la devora. El domingo vimos campando a algunos grupos de ultras por las calles de Barcelona y el lunes por las calles de Valencia. Hacía décadas que no paseaban con tanta impunidad. Dicen que los ha despertado la independencia, pero en realidad nunca han dormido profundamente. ¿Por qué España no tiene partidos de ultraderecha como otros países europeos? Porque la derecha pretendidamente respetable los ha representado históricamente y los alimenta de anticatalanismo, de nacionalismo español, de miedo a una sociedad abierta y de populismo. Aún hoy la derecha gobernante emite mensajes a la bestia con soltura. Este lunes el portavoz del PP amenazó con displicencia al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, de acabar como Lluís Companys en 1934. Sus palabras insultantes han salido gratuitas, como la ciega y mal planteada actuación del ministro Zoido el día 1 de octubre, que, además de no conseguir requisar las urnas, agredió a cientos de ciudadanos pacíficos. El desprecio, los insultos y la banalización del anticatalanismo han alimentado a la bestia y han normalizado el abuso de poder y la imposición de la homogeneidad en el Estado. Los catalanes han dicho basta. Veremos qué hace la bestia.

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